7 de enero de 2010

*ERMITA DEL CRISTO DE LA GUADAÑA EN GIBRALEÓN*

Una breve historia del origen de la edificación de la Ermita del Cristo de la Guadaña debemos remontarnos al siglo XVII.
En Gibraleón, en una de sus plazas, llamada Vieja, había una carnicería donde se contaba y se decía que había aparecido un Cristo. Este Cristo se lleno de una gran devoción, por parte de los habitantes de este pueblo.
La carnicería fue trasladada a otro lugar y el señor Arzobispo de Sevilla otorga la licencia para construir una ermita para el Cristo en ese sitio para su veneración al Señor de la Guadaña.
Junto al altar se hacen otros 2, una para Nuestra Señora de la Concepción y otro para San José.
La Iglesia del Cristo de la Guadaña se edificó a mediados del siglo XVIII.
La 1ª licencia en Febrero de 1.756 y la 2ª licencia en Julio de 1.758.
Mientras que se hacían estas obras, la imagen del Cristo fue trasladada a la Iglesia de San Juan Bautista donde allí seguían viniendo mucha gente por su devoción.
En 1.769 se terminó la Ermita y el Cristo fue otra vez a su lugar de aparición.
A mediados del 1.795 tuvo como consecuencia el cierre temporal de la ermita porque hubo un conflicto entre el vicario y los administradores de la capilla en los tribunales arzobispales, algunos vecinos se quejarón al arzobispo por la actitud del vicario y querían la apertura de la Ermita.
En la actualidad sólo pervive en la población el recuerdo vago de un Cristo con fama de milagroso muy venerado por sus antepasados.
Hoy en día la capilla sigue llamándose oficial y popularmente el Santísimo Cristo de la Guadaña.
Tras la Guerra Civil, la Ermita paso a ser sede oficial de la Hermandad del Rocío de Gibraleón.

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