19 de enero de 2010

*CRISTO DE LA SANGRE EN GIBRALEÓN*

La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen es la sede de la Hermandad del Cristo de la Sangre, desde donde sale a realizarse penitencia el Jueves Santo.
Desde tiempos muy remotos se venera esta Capilla por todo el pueblo de Gibraleón la imagen del Cristo de la Sangre, por la gran devoción que se le tiene.
Según datos optenidos por la hermandad se habla de este Cristo desde 1.799, pero con tantos acontecimientos donde en 1.936 se pierde toda la documentación y sobre todo inmuebles que poseían en dicha hermandad.
Esta imagen se encontró un día sobre una carreta de bueyes con un rueda rota y sin boyero, sostenida por un arco de ladrillos que estaba apoyada por la parte norte de la pared del Convento, además de estar sobre el camino de Niebla, daba paso a la huerta del Convento.
Además como nadie reclamaba la imagen, los frailes disidieron introducirla en su Capilla interinamente, teniéndole una gran devoción toda la feligresía del Convento por sus muchos milagros.
Después con el tiempo se supo que esta imagen era el Cristo, que la feligresía de la Iglesia de San Juan Bautista había mandado a encargar al escultor sevillano en Sevilla, siendo esta de tamaño natural, ya que según este manifiesto de acuerdo a la fecha en que apareció la imagen en una carreta de bueyes en dirección al pueblo de Gibraleón; de allí es que redujeron los frailes del Convento de Nuestra Señora del Carmen que la imagen que habían puesto en su Capilla era el Cristo encargado por los feligresía de la Iglesia de San Juan Bautista, quisieron interponerla a la misma, más el pueblo lo impidió, quedándose de forma definitiva en la Capilla del Carmen.
En Julio de 1.936 al ser destruida esta imagen, es cuando a sido reemplazada por la que hoy en día se ve en esta Capilla; cultura realizada por el escultor sevillano el Sr. Antonio Castillo Lastrucci en el año 1.939 por encargo de la Hermandad de este Cristo en Gibraleón, donde todos los vecinos le prestaban igual veneración que a la anterior imagen, donde en Semana Santa de 1.940 hizo este Cristo de la Sangre su primera estación de penitencia por las calles.
Mucho tiempo después fueron restauradas algunas grietas en muslos y cintura como también un retoque del desgaste de la pintura, por el escultor sevillano Sr. Miñarro, posterior a esta reparación fue estrenado el paso del Cristo de la Sangre en 1.996.

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