7 de enero de 2010

*CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DEL VADO EN GIBRALEÓN*

Cronología del S.S. XV - XVII; de estilo mudéjar. Convento del Vado data de la 2ª mitad del siglo XVI, de 1.578 por D. Francisco de Zúñiga y María Coronel Guzmán, duques de Béjar y Marqués de Gibraleón, al que dotaron de muchas fincas agrícolas.
Se accede al edificio por portada en la nave de la epístola, lado sur. Sobre el muro norte, el del evangelio, se alzan 2 espadañas de vano de medio punto enmarcados por pilastras y frontón triangular. Destaca la capilla mayor por su singularidad, cubierta por bóveda de media esfera sobre pechinas y ornamentada con yeserías, a la que se accede desde la nave por arco triunfal de medio punto.
El Marqués de Gibraleón tenía 3 hijas monjas en este convento.
De este Convento sólo se conserva la Iglesia Conventual, capilla con techumbre de artesonado de cedro tallado, la capilla que tiene forma rectangular, la que se divide en 3 partes: Cabecera, Zona central para el rezo y los pies.
*Cabecera: Un altar de mármol negro y rosa de Italia en el lado izquierdo de la misma donde se hallaba el sepulcro del Duque de Béjar, que lo constituía una gran copa que servía de enterramiento y en la parte inferior estaba el sepulcro de la Duquesa, que habían sido los fundadores del Convento, ambos sepulcros fueron profanados en Julio de 1.936 y los restos esparcidos por la Capilla hasta que fueron recogidos y trasladados por las Monjas junto a ellas al Convento del Espíritu Santo de Jerez de la Frontera y el resto de este altar hecho de mármol fue trasladado a la Iglesia de la Virgen del Rocío en Isla Chica, Huelva; donde hoy en día puede verse en la portada principal de dicha Iglesia. Tanto la cabecera y la zona del rezo estaban separadas por un cancel de piedra ya perdido.
*Zona para el rezo: Denominada Arco Toral, donde esta sujetada el Escudo de Gibraleón.
*Los Pies: Se encuentra el artesonado mudéjar, realizado en maderas nobles donde podemos observar los detalles ornamentales propios del arte islámico y casetones de herencia renacentista y en la segunda puerta de esta sala una pequeña pintura mural donde algunos historiadores creen que es Santo Domingo. Y de la techumbre se puede decir que consta de 2 partes importantes que son: el Coro Alto y el Coro Bajo.
*Coro Alto: Decorado de formas geométricas, como ejemplo la Estrella de David.
*Coro Bajo: Se puede observar desde la época del Renacimiento los casetones.
Se puede decir, que de este Convento se poseía objetos y culturas de gran valor, siendo algunos robados por los soldados de Napoleón, como una vinagreta de Oro, además poseía esculturas preciosas y de gran valor como el Cristo de la Humildad; la Virgen del Rosario con Rosario de oro incluido; Santo Domingo de Guzmán; Santo Tomás de Aquino; Santa Catalina y la Virgen del Vado en el Altar Mayor.
Existió este Convento hasta Julio de 1.936 en que expulsaron a las ocho monjas que lo habitaban, destrozando todos los enseres, así como imágenes y altares y quemando cuanto en ella de valor había.
Desde este Convento hasta el Palacio de los Duques de Béjar se comunicaba a través de un túnel o galería subterránea por donde podía transitar de manera perfecta una persona, construido con ladrillos y argamasa de cal y arena y la techumbre la constituía una gran rosca de ladrillos, en la calleja de la parte posterior de la calle Villadentro, en casa de D. José Gómez Arenas y en el corral de la misma había un pozo cuyo fondo lo constituía precisamente la parte superior de la rosca de ladrillos que formaban el techo de esa galería o túnel, esto era o bien efectivamente un pozo o podía ser también un respiradero del túnel, que hoy en día tanto la entrada como la salida de este túnel o pasadizo están tapadas, ignorándose la situación de sus bocas.
Personas ancianas decían que cuando eran pequeños, recorrían el túnel, entrando por la boca que había en las ruinas del Palacio y llegaban a la otra boca que daba al Convento, donde las Monjas los hacían retroceder amenazándoles con cañas.
De quienes fundaron este Convento en el nombre de Dios Todopoderoso y de la Bienaventurada Virgen María, les pareció fundar como fundaron un monasterio de monjas de la Orden Santo Domingo, con la vocación de Nuestra Señora la Madre de Dios del Vado, después de haberse dado y proveído de todo lo necesario para el sustento de las religiosas diciendo que debían vivir bajo los estatutos y las siguientes ordenes: -solo deben de ser 33 monjas del cual no se debían de exceder de manera alguna; -las monjas debían de ser limpias y de linaje como segundo estatuto, sin ser descendientes de moros o judíos, ni confesos, ni de infamia notoria; -las novicias alimentadas por sus padres; y el último estatuto es no más ayudantes que las mismas monjas.
En este Convento había una valiosa custodia de plata construida en el siglo XIV que fue vendida por las monjas a la Catedral de Sevilla.
En la actualidad este Convento, ya reformado se utiliza para las reuniones y actos públicos.

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